Miércoles, 15 de febrero 2012
La deforestación no solo es la causa de la transformación que está sufriendo la Amazonia, es el mismo cambio climático que contribuye a debilitar el pulmón del mundo.
La amazonia todavía es un desagüe de carbono, pero la tendencia es a convertirse en una fuente emisora dijeron científicos del Woods Hole Research Center, en un artículo de la revista Nature.
Las mediciones periódicas de unos 100.000 árboles revelan la captura de 1.500 millones de toneladas de carbono. La tala de árboles en la parte oriental y austral permite que este carbono se aloje allí, reduciendo la humedad y albergando lluvias, aumentando el caudal de los ríos, que podría afectar la selva adyacente.
A medida que se calienta el planeta el Amazonas muy seguramente perderá carbono. Un estudio en New Phytologist reveló que en un 50 por ciento se redujeron las lluvias en un periodo de 7 años. Se notó que los árboles crecían ya menos y las sequías eran más frecuentes
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